Sobre la guerra

 El origen de la guerra es biológico. Hace no tanto tiempo, en nuestros orígenes, los hombres nacían con variedades: altos, bajos, rápidos o lentos y entre estos caracteres estaban algunos codificados por genes que incitaban al odio a la tribu vecina, de manera que la tribu que portaba estos genes atacaba a otra tribu matando a los hombres y procreando con sus mujeres, perpetuando así los genes del mal.


De esta manera ha llegado hasta nuestros días desde la edad de piedra (el otro día biológicamente) el instinto del odio y la guerra. La historia del ser humano está jalonada de guerras y masacres por esta causa.


Pero fuera del contexto de la tribu, los genes de la guerra no se perpetúan, naciones contra naciones no lleva a perpetuación de genes de ninguna clase y afortunadamente hoy en día estos genes del mal no se están ya perpetuando pues la cordura se va imponiendo y la guerra no es considerada como un acto heroico.


En cualquier caso el instinto de odio a otras tribus desaparecerá como desparecerá el apéndice del vientre (aumento de la entropía o pérdida de información).


El hombre del futuro vivirá en paz, los mansos heredarán la tierra ... pero esto será dentro de otros 50000 años.